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DONALD TRUMP PRESIDENTE DE EEUU, ¿CÓMO AFECTARÁ A LA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL?

Donald Trump ya es presidente de EEUU. En contra de todos los pronósticos que vaticinaban la victoria de Hillary Clinton, el republicano, candidato polémico donde los haya, ha logrado la victoria. ¿Qué supondrá la llegada a la casa blanca de Trump para la industria del automóvil?

La victoria de Donald Trump ha dado paso a un periodo de incertidumbre en relación a sus políticas económicas pues, de llevarlas a cabo, la producción de importantes marcas del sector automovilístico podrían verse afectada drásticamente.

Y es que entre los retos económicos que se plantea Trump se encuentra el de imponer tarifas de entre el 35% y el 45% para los productos importados desde China y México. Una decisión que repercute de forma directa sobre entidades como Ford, Toyota, Volkswagen, Nissan, Audi, BMW, Daimler, FCA o General Motors, pues este conjunto de gigantes del mundo del motor ha hecho de México un pilar fundamental para su crecimiento.

Esta afirmación hizo saltar todas las alarmas en el sector de la automoción americano primero, y luego mundial. México es el séptimo fabricante mundial de automóviles, produjo más de 3,56 millones de vehículos en 2015 y se espera que su producción pueda superar los 5 millones a finales de la década.

Todos los grandes grupos automovilísticos están o estarán presentes en México. La última gran marca en abrir fábrica ha sido Audi que acaba de inaugurar en San José Chiapa, Puebla, unas instalaciones en las que ensamblará su Audi Q5 para todo el mundo. Mercedes-Benz también construirá sus vehículos pequeños en el país azteca junto con los Infiniti.

Por su parte, firmas como BMW están construyendo actualmente su planta en México. «Necesitamos un comercio abierto. Vivimos de las importaciones y exportaciones y el mercado estadounidense es fundamental para nosotros», explicó Herald Hrueger, consejero delegado de BMW.

¿Por qué todos quieren producir en México?

La fuerte atracción de inversiones de México en el sector del automóvil se debe a sus tratados de libre comercio tanto con la Unión Europea como con Estados Unidos y Canadá (Nafta) y con América Central y el Mercosur.

Su mano de obra más barata compensa los gastos logísticos que se originan al enviar desde México los vehículos hacia Europa o EEUU. De ahí que el muro prometido por Donald Trump en la frontera de México preocupa. No sólo el de hormigón, sino también la posible barrera arancelaria. De ser así las inversiones realizadas en el país por la mayoría de fabricantes pierden sentido.

Estos temores se tradujeron en pérdidas bursátiles de los grandes grupos automovilísticos alemanes. Volkswagen cayó un 2,3%, BMW, un 1,9% y Daimler se dejó otro 1,8%.